A veces me pregunto... si sigo estando en tus pensamientos...

Todavía...

A veces me pierdo con el nombre que ya no digo en voz alta, que es el tuyo. Y me apareces en muchas partes, sin querer buscarte. Colegas que tienen tu nombre, gente que te parece a ti. Incluso comparto el bus con alguien que se parece demasiado a ti, y no puedo dejar de mirarla porque me recuerda a cada centímetro de ti.

Y ese es el tema, porque mientras yo te sigo recordando, mientras ya han pasado meses sin hablar, sin conversar, sin saber de ti, y lo más probable que tú tampoco de mí, yo sigo recordándote.

Y si, me siento triste, y me gustaría que fuese todo un sueño. Estoy triste porque mientras yo sigo atesorando y guardando todos mis sentimientos dentro mío...

Estoy seguro que tú, no estás ni ahí con ellos... Y ya me olvidaste... Lo sé, porque lo último que supe de ti, es que ya no usas nada de lo que dijiste que nunca dejarías de usar. Y ahí es cuando me doy cuenta de que todas esas últimas palabras que me dijiste, solo fueron eso, palabras...

Y me duele... Me duele demasiado... porque quiero seguir nombrándote con todo el ánimo del mundo. Y llámame romántico, enamorado o como quieras... pero yo no olvido las cosas que siento por ti, por nada del mundo.

Tu nombre... No porque lo haya olvidado, sino porque lo he guardado en un lugar donde ya no lo escuchas. Y sin embargo, ahí sigue, entre mis labios apretados por la costumbre de no pronunciarlo. Como si al decirlo, el silencio se quebrara y yo me quebrara. Como si al invocarte, volviera a doler más y más... Porque si... duele mucho.

Yo no sé si me recuerdas. No sé si aún me piensas cuando cae la tarde, cuando vas al parque, cuando lees un libro o cuando comes chocolates. No sé si me piensas cuando ves un rostro familiar. Lo que sí sé es que tal vez ya me perdí en la neblina del tiempo para ti. Y eso me duele.

Porque yo en cambio, sigo recordando todo: las últimas palabras que nos dijimos, sin saber que serían las últimas. Y las sigo guardando en nuestras redes sociales. Sigo guardándolas ahí y no las borraré nunca, pase lo que pase.  Sigo guardando todos nuestros detalles; nuestra pulsera, nuestro anillo... Sigo utilizando esos colores que dijimos que serían nuestros... Sigo haciéndolo...

Y aunque la vida sigue y para mi ha seguido... te prometo con todo lo que tengo que si volvieras, en cualquier momento, pararía todo y lo dejaría todo... solo para reiniciar mi vida contigo... Porque lo vales... porque sigues siendo todo para mí...

Porque yo no lo solté... y siento que tú si lo hiciste...

Y tal vez eso sea lo que más me duele: ver que para ti fue fácil dejar atrás lo que para mí sigue siendo casa, abrigo, brújula. Me duele el seguir considerándote mi motor y siga haciendo cosas pensando en ti... aunque ya no estés.

Porque sigo escribiendo para ti. Porque me sigo vistiendo con nuestros colores, porque escojo rutas por si alguna vez vuelves a cruzarlas. Porque sigo siendo, de alguna forma, ese que fui contigo en un 100%, aunque tú ya no seas la misma, aunque yo tampoco lo sea, por esa herida que sigo teniendo.

He tenido que seguir. No por decisión, sino por inercia. No como quiero, sino como puedo. A veces siento que mi vida se ha convertido en un acto mecánico de sobrevivirte. Y me repito que debo seguir, que tengo que rearmarme, que está bien seguir sin ti.

Pero claramente no estoy bien. Me he dicho tantas veces que es mejor que se acabe la esperanza, que soy el único que la tiene, que quizá ya no tiene sentido ese esperar, que lo sano sería cerrar la puerta para siempre, guardar la llave en ese cofre al interior de mi corazón y quemar todas las cartas, y seguir, aunque no sea feliz, pero seguir estando.

Pero no puedo...

Porque digan lo que digan, porque crean lo que crean... porque aunque la gente no esté de acuerdo con lo que diré y te sigan diciendo que fue un mero capricho, de que solo fue una historia y nada más... no me interesa lo que el resto diga y si tengo que demostrarle al mundo que es verdadero lo que siento, PORQUE EN EL AMOR NO EXISTEN LÍMITES; no existen lugares geográficos (hay personas que se aman a la distancia, porque uno ama el alma, no el cuerpo); no existen edades (porque es solo un número y no una especie de límite de lo debido e indebido); no existen idiomas ni barreras culturales (que son impuestas por la sociedad y no por los corazones), y así muchas otras cosas... el amor no debería tener límite cuando lo sientes... cuando AMODORAS con el corazón.

Y porque en el fondo hay algo que no muere. Un fragmento de fe, una chispa de rebeldía, que sigue creyendo que, quizás, un día de estos, voltearás y recordarás todo lo que vivimos. Y en ese recuerdo, todavía estaré yo, como estos meses que han pasado y que sigo estando. 

Tal vez no sea sano. Tal vez sea mi forma de no dejar que se hunda lo único que todavía me conecta contigo y me hacía sentirme pleno, completo y feliz. Sentir que por primera vez alguien me estaba amando como me lo merecía como nadie antes lo había hecho... Porque nadie me había amado así como lo haces tú... Esa espera puede ser eterna y dolorosa, pero ¿Cómo no esperar si lo que me diste en poco tiempo es más de lo que he recibido en años de mi vida?

A veces me imagino borrándote: y me doy cuenta de que para eso tendría que borrarme también a mí. Porque en cada rincón de lo que soy, hay algo tuyo. Y eso... no sé cómo arrancarlo sin romperme en mil pedazos.

Y sé que la única manera de seguir, sin pensarte, es que vengas y me digas: NO SIGAS... y de esa manera, estoy seguro que me rompería en mil pedazos y preferiría seguir sobreviviendo... total, ya habría perdido todo lo que me sostenía en este mundo para seguir creciendo. No exagero, pero es que tu amor, es inigualable y tú eres irremplazable... dejaste huella y sigues estando aquí...

Así que sigo, mi querido pétalo...
Sin ninguna certeza y sin ningún consuelo. Con el corazón lleno de preguntas sin destinatario y con una esperanza que me pesa como una cruz, pero que, en lo más profundo, todavía me sostiene.

Porque aunque ya no estés, aunque el mundo haya cambiado y yo me haya vuelto invisible para ti... Todavía estás en mí... todavía sigues aquí... y seguirás...




Comentarios

Entradas populares de este blog

Tiempo de No Tener Miedo...

Traiciones que duelen...

Contact Zero...