Alessandro Bonet

Me rindo... En la entrada 30 de este blog ya me rindo de todo. Me rindo de seguir escribiendo para que nadie me lea y para que las palabras no te lleguen jamás y que realmente me ignores, como haciendo que no pasé por tu vida. Porque eso siento. Siento que solo fui "esa anécdota" que sabía que me convertiría... Que las últimas palabras y despedidas que nos dimos, solo fueron palabras al viento para cerrar un ciclo... pero, decías la verdad? Aún creo que sí la decías, pero no creo que sea totalmente cierto... creo que es más fácil pasar la página y hacer como que nada pasó... ¿Eso te recuerda a algo? ¿Y yo? Estoy aquí... sigo usando nuestras pulsera... sigo usando el anillo que dije que había comprado para ti... Sigo usando nuestros símbolos y yendo a nuestros lugares... Sigo pensando en que no quiero continuar con mi vida normal sin que tú estés presente... que debo continuar, seguir, que debo hacer como si "nada pasó". Que debo estar con pareja, que debo hacer plan...

 ¿Les conté que muchos de mis sueños son premoniciones? Por herencia familiar, tengo un don importante sobre los sueños y las impresiones. En muchas oportunidades, sueño cosas que suceden o la interpretación de ese sueño es potente y siempre tiene algo que ver... Bueno... Soñé contigo... Y ese sueño, me ha perseguido mucho estos días y aunque puede tener muchos significados, solo hay uno que ronda en mi mente. ¿Se los cuento? Me subía a una micro cuando te veía en ella. Estabas junto a ellos dos (ya sabes a quien me refiero). Nuestras miradas se cruzaban y los ojos se ponían llenos de lágrimas en ambos lados. Ellos solo me miraban. Me acercaba a ti, pero tocaba el timbre de la puerta para bajarme. Daba lo mismo el paradero, solo quería bajarme. En ese instante no aguanté y te abracé. Sin miedo. Solo lo hice. Y me contestaste el abrazo. Nos abrazamos apretadamente sin soltarnos. Y me susurraste en el odio. Hasta pronto, amor mío. Me bajé de la micro mirándote fijamente mientras ibas...

Es raro sentirse en un lugar de nuevo, donde la gente te mira y te hace preguntas, te quiere conocer y tu no sabes si te quieren conocer. Hoy 7 de abril comencé otro desafío importante. Estuve en muchas entrevistas de trabajo (ojo, incluso un ex colegio me intentó fichar de nuevo, guiño guiño); pero al final la suerte viene de golpe. El lunes de la semana pasada una red de colegios me hizo dos entrevistas de trabajo el mismo día, para dos de sus colegios y con cargos distintos. El primero, era profesor de lenguaje, algo que ya dije que no quería hacer, debido a que no quiero volver al aula si no tengo un beneficio de por medio. El segundo, era para coordinar el Equipo PIE de un colegio en particular, algo que me entusiasma. Pero más allá de eso... (Y estoy escribiendo en el modo mas no Alessandro que conozco, porque las ideas solo surgen), me sentí valorado. Me entrevistó la hija del dueño de la red y me dijo: Tu CV es genial, tus habilidades, tu desplante, tus estudios y también como ...

A ti, la del corazón amarillo... Está es la tercera carta que te escribo, y sagradamente dije que te escribiría todos los 28, fecha especial para nosotros. Y la carta de hoy tiene ribetes que no me gustan y que me duelen. Yo no sé si esta carta llegará a ti, ni si alguna parte de ti aún se detiene cuando ve algo que podría venir de mí, pero aún así: la escribo. Porque sigo aquí. Porque todavía me sale tu nombre del pecho cuando estoy en silencio. Y esta carta, como las otras dos, hace desde un amor que no ha aprendido a irse, y no quiere aprender a huir. Quiere estar ahí, en silencio, aguardando el preciso momento para volver a salir. Un amor que no se rinde, aunque la distancia, los obstáculos, el tiempo se hayan vuelto un muro... aunque ese tiempo sea un misterio. Un amor que sigue intacto - cambiado, sí, herido tal vez, pero nunca vencido. No te nombro, porque eres la que se abrió en un jardín en primavera. Además, no hace falta. Porque con sólo decir "tú" ya sé que dentro...