Patetismo Sin Resolver...

¿Qué es más patético que estar sentado en una plaza, leyendo un libro, y con lágrimas en los ojos y en las mejillas?

Es más patético que lo esté contando acá mismo...

Pero es que dije, al inicio de este blog, que les contaría sobre mi vida, tanto mi pasado como presente y no puedo dejar de lado algunas cosas que si considero importantes y que prefiero que las conozcan de una buena manera, y desde mis labios o dedos.

Ayer me di cuenta que todo el término del año pasado (desde noviembre) si me pegó bastante fuerte. Así que les contaré rápidamente lo que me sucedió ayer.

Suelo ser un hombre que resuelve todo, relativamente rápido. Mis conocidos y amigos me lo señalan como una virtud; "eres un hombre que resuelve" y tiendo a que las cosas sean así.

El día de ayer tuve una "entrevista" que finalmente no fue entrevista. El universo es tan grande que finalmente me dijeron que el puesto de trabajo era mío, pero querían que lo hiciera Home Office y que es por todo el mes de Febrero (es decir, a trabajar como chino). Algo que en sueldo incluso es más de lo que estaba buscando y que me acomoda, pero me desilusionó un poco.

Desde ahí ya salí con un ánimo un poco bajo, pero después vino como el verdadero sentido de mi bajón de ánimo. Pasé por fuera de mi antiguo trabajo.

Y aquí es cuando el hombre que resuelve todo se transformó en el hombre de las dudas, ese que a veces aparece y que parece tener más confusión que certeza. Ese hombre que no sabe donde está parado y que se revuelve en frustraciones y elementos de debilidad.

Tal vez salió porque los últimos días ha estado hablando con ex estudiantes de su antiguo trabajo, que le preguntaron directamente con respectos a los motivos de su salida y a todos les dijo lo mismo: fue culpa del colegio y no pude hablar antes para acallar los rumores, por culpa del mismo colegio.

Pero pasar por fuera de ahí, hizo que el cuerpo se estremeciera y una gran pena llegara a su corazón. Pena por todo lo que dejó. Dejó su jefatura y su ex jefatura, cursos que quería bastante. Dejó el taller de Debate, que significaba un soplo de vida cada martes (y cada día de la semana). Abandonó a amistades (que muchas se transformaron en desilusiones y decepciones con el paso del tiempo), pero se mantuvieron algunos que si valían la pena y que eran importantes. 

Perdió una parte de él, y una posible proyección (que con el paso del tiempo se dio cuenta que nunca iba a proyectarse en un lugar donde querían sacarlo, porque él hacía más de lo que se le pedía... Cito Textualmente: "Queremos un profesor que ejecute, no que piense y ejecute; porque nosotros hacemos las cosas bien")

Claro está que las cosas no iban a resultar así. Pero retomo...

Me dolió pasar por el bus por ese lugar. Tanto que no lo soporté y me bajé del bus para sentarme en esa plaza y pensar en todas las cosas que hoy tengo.

Y aquí, querido lector, viene una parte de mí que no es muy conocida, pero que claramente necesito exponer. Esa persona frustrada y con tantas dudas que se llena de abismos y de cosas negativas.

¿Quién soy hoy? y ¿Qué tengo hoy? Lo perdí todo hace un par de meses, en parte por mi decisión y también por negligencia de terceros. Hoy, tengo mil de proyectos, pero no me llenan porque no tengo con quien compartirlos, y las personas con las cuales me hubiese gustado compartir, ya no se encuentran a mi lado. Hoy tengo un proyecto de Instagram, pero no me llena. Tengo un proyecto de dos nuevos libros, que tampoco me están llenando. Tuve un viaje al sur para olvidar todo (y me fui bien al sur para poder sanar), pero cuando pisé de nuevo Santiago, me pasó que mis pensamientos volvieron al presente y no a la ensoñación que estaba viviendo. En un par de días más vuelvo a viajar, tratando de olvidar, pero lo más probable es que pase lo mismo, y tal vez peor, porque estaré trabajando en el sur.

¿Qué me quedó de toda esta aventura de 4 años? No lo sé, porque las dudas son más. Porque hoy dudo incluso de mi mismo y mi capacidad de hacer cosas. Tengo incluso un proyecto con cuatro municipalidades, y aunque es un proyecto grande, que me dará exposición mediática y capaz salga en diarios, redes sociales y un sin fin de otros lugares, aún así me preocupa más que me alegra. Estoy escribiendo y haciendo investigaciones científicas, estoy armando un proyecto internacional. 

Y NADA DE ESO ME LLENA. Y diré directamente porque me faltas...

Me falta creer más, tener mayor confianza, tener algo en lo que sostenerme y compartir. Me falta una parte de mí; me falta esa pieza de rompecabezas que pensé que tenía, pero que me di cuenta que no es así. Y finalmente todo lo que hago es frustrarme y dudar y no avanzar.

Ayer mismo... Llegué a casa y no pude seguir avanzando en nada. Me tendí en la cama, me sacudí un poco y dormí una hora. Luego me levanté para avanzar algo y aunque lo hice, era mayor mi preocupación de pensar que de hacer algo.

Así es... con cosas como estas, la persona que resuelve se transforma en la persona que duda. ¿A cuántos nos pasa? Yo creo que a varios...

¿Y cuál es la solución? 

Creo que vivir con esa pena en el corazón, acostumbrarme a que no volverá a ser las cosas como antes... Acostumbrarme a que, debo vivir con una mancha y un vacío. Con que esa pieza falte para siempre y seguir avanzando. 

Porque esa pieza de mi vida ya se fue, quiso irse y no volverá. Y como no volverá, no puedo vivir aferrado a esa pieza, porque no es lo que me merezco, aunque sé que me merezco esa pieza. Porque me merezco ser feliz como lo estaba siendo, aunque dude hoy de mí, ese faro de luz que me estaba guiando ya no está.

Y créanme que lo extraño como si fuese mi vida.

¿Qué me queda hoy? Levantarme y seguir. Resolver. Intentar seguir adelante. Seguir y continuar con mis proyectos.

Solo quiero que sepan algo... Y esto es importante y es una decisión...

Cada proyecto, cada paso que estoy dando desde hace un tiempo en adelante, cada victoria y cada éxito y proyecto concluido, tienen una razón de ser, tienen un propósito, tienen un objetivo.

Ese objetivo es esa pieza faltante. Es que esa pieza faltante, que está dentro de mí, se sienta orgullosa de mí, vea que estoy haciendo todo para que las cosas en un futuro sean mejor. Que esa pieza vea que sigue siendo mi inspiración para lograr todo. Y con el paso se dará cuenta, que aunque esa pieza me falte por toda la vida, sigo haciendo cosas por ella. Porque se merece que cada éxito, sea gracias a ella.

Y no sé si estoy ya hablando de una pieza del rompecabezas...




Comentarios

Entradas populares de este blog

Tiempo de No Tener Miedo...

Traiciones que duelen...

Contact Zero...